lunes, 27 de octubre de 2008

Pronto Carla Badillo llegará a Valencia

Me acerqué a Carla Badillo y a su blog Mujer en Tierra Firme, como a tantos otros, a través del blog de Víktor Gómez. Enseguida me sedujo, me dejé llevar por sus redes, su prosa, su poesía, pero, sobre todo, por la realidad que narraba... la que está detrás de todo y de todos, pero que en su caso es intensa porque no le da tregua a la vida - ni al día ni a la noche -, está tan llena, es tan inverosímil que la he seguido como si leyera una novela, una ficción, arrastrada por el torbellino de su trama.

Ahora Carla está en España - gracias a Uberto - y vendrá a Valencia y El Dorado se llenará de su aroma, su voz y su vitalidad y, como ocurrió con Uberto, nuestro pequeño local ya no será el mismo... volverá a absorber ecos que perdurarán grabados en sus paredes. Carla viene a Valencia. Sólo sé una cosa: me va a ser muy difícil pensar que es una persona real, tan intensamente he vouyerizado su vida que para mí es como una de esas heroínas de novela que admiras e intentas imitar... Le he contado a mi hija (7 años) su vida, lo que hace, lo que siente, coómo se lanza sin temor y sus ojos chispeaban de emoción cuando le di la noticia de que iba a venir a casa. Carla... Estamos deseando tenerte por aquí. Copio y pego la última actualización de su blog con un artículo que habla mejor que yo de ella.

On the Road por JAB

Ayayay señores... hoy escribo desde Illescas (Toledo) con el Kebran de un costado del teclado y los amigos aún durmiendo luego de la tremenda noche que pasamos en el recital Poesía en los bares III en el bar O`Conell.... pero de ello ya escribiré con tiempo, que hoy hay que vivir como diría Uberto. No he podido actualizar con la frecuencia que me gustaría.... He pasado por Moguer y anduve tapeando en los barcitos de Sevilla, endureciendo las plantas de mis pies y dejando sin espacio mi cuaderno verde, llenando las líneas con las aventuras que me ha ofrecido hasta hoy España y la gente que voy (re)encontrando en mi camino.

A continuación comparto un artículo que escribió José Ángel Barrueco en el diario La Opinión de Zamora. Jab tuvo el detalle de regalarmelo después de mi lectura. Gracias JAB por ser parte también del camino.


On the Road/ José Ángel Barrueco (publicado en La Opinión de Zamora)

Estábamos en el aeropuerto de Barajas, esperando. Éramos tres tipos con las manos en los bolsillos: el zamorano Mario Crespo, Andrés Ramón Pérez Blanco (alias “El Kebran”, recién llegado de Illescas) y yo. La terminal cuatro, “la T4”, es el colmo de la incomodidad cuando se trata de esperar a los viajeros que aparecen por las puertas de salida, cargados de maletas y cansancio: no hay asientos, no hay un triste banco, ni una miserable silla de plástico donde apoyar el culo. Hay una barra que separa a los que llegan de los que esperan, una barra de acero frío en la que uno puede poner las manos, y algunas columnas que permiten descansar la espalda. A ambos lados hay cafeterías donde también sirven almuerzos. Pero quedan demasiado lejos de la salida. Los viajeros quieren que se abran las puertas automáticas y que, tras ellas, aparezcan los rostros de quienes aguardan su llegada. Mientras esperábamos (el vuelo se retrasó, o quizá se retrasó el reparto de equipajes), hablamos de literatura, poesía, cine.
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Fuimos allí a recibir a Carla Badillo, que viene de su tierra natal, de un lugar muy lejano: Quito (o Kitu, como ella prefiere llamarlo). Unas catorce horas de avión desde Ecuador. Pero está acostumbrada, puede con todo. Por ejemplo, sus largos viajes en autobús por las tierras estadounidenses: veinte horas en bus, algo que pensé que sólo podía aguantar Charles Bukowski en esos trayectos eternos en los que le resultaba imposible hacer de vientre (lo cuenta en algunos de sus libros). No he hablado de Carla en este periódico. Somos muchos quienes seguimos su bitácora, “Mujer en Tierra Firme”. Se acaba de licenciar en Periodismo, en una facultad en la que puso las cosas claras a los profesores, en la que se atrevió a desafiar lo establecido y a convertirse en el mosquito molesto que, a pesar de todo, ha obtenido buenas notas y un diploma como mejor alumna del último curso. Escribe poemas, y prosa, y cuenta sus aventuras en su blog, y participa en danza regional, y hace fotografías y acaba de presentar en Punta Umbría su documental “Jaime Guevara. Entre cuerdas libertarias”, de unos treinta minutos de duración. Maneja varios idiomas y parece una india con rasgos de modelo. Ella misma se define así en su bitácora: “Soy la circunstancia, las lágrimas lejanas y la lucha que no muere. Advertencia: soy insomne por decisión propia, terca, anacrónica, despistada y con instintos un poco salvajes. Lo más probable es que en mi vida pasada haya sido cantante de boleros en una cantina”. Durante este verano viajó por Estados Unidos. Sola. Con veintitrés años. Echándole las agallas que a otros nos faltan. Con sus maletas, sus cámaras y sus cuadernos de apuntes. Mediante una red de contactos conoció a los supervivientes de la generación beat. Charló y se hizo fotos con Neeli Cherkovski y Linda King (biógrafo oficial y viuda de Bukowski, respectivamente), con Lawrence Ferlinghetti, con Jack Hirschman, entre otros. Bailó con tribus nativas y fue invitada a una ceremonia privada de peyote, con indios taos y navajos.
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Hoy, Carla Badillo se sumará por sorpresa al recital poético “Ellas”, en un pub de Illescas. El cartel incluye a Ana Pérez Cañamares, Déborah Vukušić, Lucía Boscá, Isabel García Mellado, Leticia Vera, Coché López, Laura Rosal y María Gómez a la guitarra. Busquen sus poemas en la red, o en poemarios individuales o colectivos. Se espera que asistan otros poetas y escritores amigos por allí: David González, Vicente Muñoz Álvarez, Gsús Bonilla, Dioni Blasco, Adolfo González y Marcus Versus (y tal vez Javier Das). No pienso perdérmelo. Esto lo ha organizado Andrés Ramón, “El Kebran”. Sólo un tipo como él podía juntar a tanta buena gente".

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